miércoles, 18 de junio de 2014

¿Se puede medir el aprendizaje?


Para contestar a ésta pregunta lo primero que quiero es explicar lo que es aprendizaje. Para los maestros positivistas, el aprendizaje solo es aquella conducta que se puede observar y medir, por tanto el aprendizaje se mediría comprobando que la conducta se ha modificado, esto conlleva una desventaja, hay niños que no demuestran su conducta porque no quieren y esto no significa que no hayan aprendido.
Sin embargo, para los maestros constructivistas, el aprendizaje se da si las estructuras cognitivas se modifican. Para los maestros constructivistas, el aprendizaje no se puede medir ya que no se puede conocer las estructuras cognitivas anteriores al aprendizaje.

En educación se hablan de tres conceptos que se usan de forma incorrecta:

  • Medir: comparar un patrón con una medida.
  • Calificar: asignar un valor a determinadas características.
  • Evaluar: atribuir juicios de valor con referencia a un criterio.
En educación se miden las conductas, las respuestas,etc. Y, a continuación, se califica.

Hay motivos por los que estoy en contra de las calificaciones en la educación primaria. Uno de ellos es que sólo sirve para seleccionar y clasificar a los alumnos, el maestro no debe juzgar ni clasificar a un alumno si es buen o mal estudiante. Tampoco las calificaciones sirven para medir el aprendizaje porque si hacemos que el alumno se centre en el examen final solo estudiará para aprobar y no llegará a asimilar el conocimiento.

Como alternativa a la calificación existe la evaluación. La evaluación podemos usarla para comprender, cambiar y mejorar el proceso de aprendizaje de los alumnos, pero también podemos usarla para que el profesor ofrezca mejores oportunidades de aprendizaje.

Pero , ¿qué evaluamos?
En las reuniones que se dan trimestralmente en los centros, se evalúan el interés, la participación, la asistencia, la actitud,... pero realmente esto no es aprendizaje. Como dice Paco Espadas, la evaluación se puede basar en la recopilación de datos a través de técnicas flexibles (entrevistas, observación, cuestionarios,...) no mediante pruebas, controles o exámenes.


¿Se puede saber ser maestro antes de ser maestro?

No se puede saber ser maestro antes de ser maestro, se puede tener una predisposición a ser maestro, vocación lo llaman algunos. La vocación puede llevarnos a ser maestros, pero la clave para saber serlo es la formación permanente. Está claro que la formación inicial de un maestro no debería reducirse a adquirir conocimientos pedagógicos y aprenderlos memorísticamente, sino que debería entre otras cosas optar mucho más por la práctica aunque sin olvidar que éstos contenidos son necesarios, es por esto que considero tan importante que el maestro esté formándose continuamente tanto en contextos formales como no formales, de esta manera podrá responder a las necesidades de los alumnos que siempre van cambiado. Esta seria una responsabilidad muy grande y un compromiso social que el profesor debe comprometerse a cumplir. 

Es necesario que los docentes actuales sean capaces de ayudar a aprender, a construir el conocimiento. Como dice Ángel Pérez, “los docentes deben hacer de guía del aprendizaje de cada alumno, para que pueda construir de forma crítica, disciplinada y creativa su propio proyecto personal, académico y profesional”. Debemos darle liberad al alumno y ayudarlo en lo que necesiten para que de ésta forma cada alumno elija libremente pero de forma consecuente su propio proyecto de vida.

Sé que la profesión de docente es una de las menos reconocida y valorada por la sociedad, y sin embargo, considero que es una de las más importantes ya que forma y educa a los que serán en un futuro próximo los pilares fundamentales de la sociedad, los niños. Es necesario que igual que el docente tiene un compromiso tan alto con la sociedad, ésta también se comprometa con la comunidad educativa. Una de las causas de la desmotivación de algunos maestros es la falta de autoridad, para cambiarlo es necesario que se implique la sociedad.

Cuando escucho comentarios como “los maestros son los que más vacaciones tienen” o “ ¡qué bien viven los maestros!” me pregunto si alguna vez estas personas se han planteado la responsabilidad y el compromiso social tan grande que tienen.


Por todo esto pienso que a ser maestro no se aprende en la facultad ni siquiera en los meses de práctica que tenemos implícitos en la carrera, a ser maestro se aprende en la práctica, día a día en la clase, enfrentándose a los problemas cotidianos que le surgen a los maestros con todos y cada uno de sus alumnos.

lunes, 28 de abril de 2014

Las mejores condiciones para que el alumno aprenda

Ver la entrevista realizada a Fernando García Páez, profesor y jefe de estudios del CEIP San Walabonso, me ha hecho reflexionar sobre los distintos modelos educativos que actualmente se ponen en práctica en la escuela.
Los profesores que comienzan su etapa como docentes tienden a basarse en la experiencia que tienen como alumnos. Este modelo educativo no es válido, ya que está centrado en la transmisión de conocimientos y en la evaluación. Es importante saber que el mismo tipo de enseñanza-aprendizaje no sirve para todos los grupos por igual, por ello es necesario que el docente conozca los diferentes modelos de enseñanza-aprendizaje, para ponerlos en práctica.
Según Fernando García, existen de diversos tipos, aunque reseña los siguientes que son los aplicados en su centro:
  • Modelo educativo centrado en el estudiante/ alumno
  • Modelo educativo centrado en la comunidad. 
Pienso que es importante que la el modelo educativo se centre en la comunidad, ya que 
Fernando García piensa que los modelos educativos centrados: en el conocimiento y en la evaluación son obsoletos, ya que el modelo centrado en el conocimiento se basa en la transmisión de éstos y no en la asimilación de los conocimientos; y el modelo centrado en la evaluación favorece la rivalidad de los alumnos y que éstos estudien de memoria. 
Considero que los conocimientos y la evaluación deben ser necesarios, pero no creo que la educación deba basarse en ellos, ya que estos modelos de enseñanza-aprendizaje favorecen la competitividad entre los alumnos y la desmotivación de ellos. Desde el punto de vista de los contenidos, existen algunos que son básicos, como pueden ser la lectura, la escritura, el cálculo, la aritmética,... pero el fin de enseñar esos conocimientos debe ser desarrollar las máximas capacidades del niño. 

Otro punto a tener en cuenta a la hora de crear las mejores condiciones para que el alumno aprenda es la motivación. Es muy importante que el profesor favorezca que el alumno esté motivado, que tenga ilusión, ganas e interés por aprender. Esto dependerá en gran medida del profesor pero también diversos factores en el aula como pueden ser: el lenguaje, el manejo de contenidos, las tareas, el apoyo didáctico, la forma de evaluar...

viernes, 21 de marzo de 2014

Una ley sin vocación de futuro

La Lomce se presenta como una reforma de la norma que hasta hace poco estaba en vigor, la LOE. Con la implantación de la LOMCE,- supuestamente Ley de Mejora de la Calidad Educativa-, podemos darnos cuenta de que la educación está cada vez más promovida por los partidos políticos de una u otra índole. Desde el año 1970, que se implantó la Ley General de Educación, hasta el día de hoy se han promulgado siete leyes educativas, aunque las tres principales fueron la de 1970, la LOGSE (1990) y la LOE (2006). La LOMCE ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados a pesar de la oposición de los profesionales de la educación, alumnos y la mayoría de la comunidad educativa. 
Por otra parte, la LOMCE pretende realizar un cambio profundo en las bases del Sistema Educativo actual, todo ello sin que haya estudios ni argumentos de ningún tipo que demuestren que estos cambios vayan a mejorar la calidad de la enseñanza. 
De las modificaciones que esta nueva ley plantea, me gustaría resaltar un par de puntos con los que creo que el Sistema Educativo va a volver a niveles de los 60, en pleno siglo XXI. 
Uno de estos aspectos es evaluar el nivel de conocimientos del alumno mediante pruebas escritas, de esta forma no creo que se sepa si un alumno sabe más o menos, el docente sólo conocerá su capacidad de memorización. También se fomentará que el alumno sólo pretenda aprender de memoria los contenidos de los cuales se va a examinar sin entenderlos y, finalmente, se le olvidarán.
Otro motivo que me hace estar en desacuerdo con esta ley es que favorece la segregación por sexos. Esta nueva normativa volverá a conceder subvenciones a los centros que separan a chicos y a chicas, motivo que se puede considerar una forma de discriminación. Todo ello a pesar de existir dos sentencias del Tribunal Supremo que niegan la posibilidad de subvención a los colegios que segregan a los alumnos por sexo. 
Además la LOMCE no asegura la etapa de 0 a 3 años - la Educación Infantil- como educadora sino como asistencial. Los años de Educación Infantil son muy importantes, ya que reciben estímulos y aprenden a convivir con sus compañeros. 
Uno de los pocos aspectos con los que estoy a favor de la LOMCE es el nuevo itinerario implantado en la ESO, ya que permitirá agrupar a los alumnos según quieran realizar en un futuro enseñanzas superiores o formación profesional en 3ºde ESO, evitando así que alumnos que van a cursar bachillerato estén junto a alumnos que van a cursar estudios de formación profesional. De esta manera el actual 4º de ESO pasará a llamarse Curso de Iniciación al Bachillerato o Curso de Iniciación a la Formación Profesional. Creo que es uno de los puntos positivos de la ley ya que el alumno deberá conocer a que futuro profesional quiere optar y por el cual va ha empezar a encaminarse.
Por todo ello pienso que esta nueva ley va a llevarnos a tener el Sistema Educativo del pasado y no el del futuro. 
Es difícil de entender que una persona licenciada en Derecho y en Sociología Política , Señor José Ignacio Wert (Ministro de Educación, Cultura y Deporte) puede promover una ley de educación sin tener en cuenta opiniones de personas doctas en la materia.